Pues sí, como ya anunciase Ned Stark, el invierno se acerca. Sí, sí, ya sé que os lo dije hace más de un mes, pero es que se sigue acercando pero no llega. Bueno, llega pero a medias. Lo que ahora mismo en Murcia sería... no, en Murcia esto no existe, demasiado frío. Pero me hallo indignadísimo, ¡porque aún no hay nieve!
¿Qué mierda es esta de que no suba el termómetro de los 3ºC y no haya caído un puto copo?
Llevamos unos días con una niebla de la hostia por las noches, una niebla que como todos sabemos, no es más que pequeñas microgotas de agua en suspensión en el aire, pero es tan densa, que moja el asfalto como si estuviera lloviendo, e incluso te cala un poquito la ropa. Si la sumamos a los cuervos (especie dominante en el cielo de Kaunas) esto parece un juego de zombis (zombi viene del haitiano y la "E" del final se la añadieron los guiris, así que me niego)
Otras veces llueve, pero menos de lo normal según la gente de aquí. Las temperaturas son invariablemente bajas, por ejemplo hoy, la mínima es -2ºC y la máxima 2ºC ¡pero sigue sin nevar! Además, el tener el río cerca, con la humedad que ello conlleva, no ayuda demasiado a que la sensación térmica sea agradable.
Por las mañanas, los coches parece que han salido de una panadería de blancos que están. Tienen dos dedos de hielo encima. Pero no esa escarcha que vemos en la huerta murciana que se va al pasarle el dedo, cuando digo hielo es hielo, como el de las paredes del congelador, que hay que quitarlo con rasqueta.
El césped amanece blanco, cubierto de mini cristales de hielo que crujen bajo tus pies. En la carretera, tan lisa como para jugar al billar (y un pijo, tiene más agujeros Bob Esponja) los charcos que se forman no son tales, son pequeñas pistas de patinaje, las cuales nos planteamos romper en cachos pequeños para los cubalibres, porque aquí, al igual que en todos los países que no son España, no hay hielo para las copas salvo en las discotecas, y gracias.
También han instalado los neumáticos de invierno (obligatorios hasta la primavera) pero de los de nueva generación, los que tienen un dibujo muy marcado y tacos de goma. Hasta el año pasado estaban permitidos los de clavos (ahora me explico que las carreteras estén así de bonicas)
Sin muchas más novedades, me despido hasta la próxima entrega, en la que espero poder contar que me estoy revolcando en una alfombra de nieve de un palmo de espesor y que este frío que por nadie pase, sirva por fin para algo
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