viernes, 6 de abril de 2012

BC Zalgiris Kaunas - BC Lietuvos Rytas

Como hacemos siempre, ayer aprovechamos la ausencia de alguien del grupo para hacer cosas distintas. Héctor es, de lejos, el más aficionado de nosotros al basket. Y mirad que a mí me gusta, o a Lidia, pero este hombre ha sido jugador, es entrenador, se acuesta a las mil viendo los partidos de la NBA, pero cometió un fallo, no se pensó lo de echarse novia y le tocó ir a verla.

Así que, con este plan, y la visita de los familiares de Martica, nos decidimos a ir al mayor espectáculo baloncestístico que te puede ofrecer la LKL lituana; el Celtics-Lakers (el escudo del Rytas es una burda copia del escudo de los Lakers) el Madrid-Barça de Lituania:. Zalgiris Kaunas - Lietuvos Rytas (o lo que es lo mismo Kaunas - VIlnius) Rivalidad a tope en el campo (son los dos mejores equipos) y en las gradas (las dos ciudades más importantes del país)

Como viene siendo habitual, llegamos antes de tiempo al estadio, pasamos el control de seguridad y por fin nos hicimos con la camiseta del equipo local, un recuerdo más para cuando todo esto acabe. Mientras íbamos en busca de nuestro sitio, pasamos por un guardarropa con una azafata majísima (Ievute, no te lo creas mucho) y dejamos allí nuestros abrigos. Así, ataviados con la camiseta verde de Kaunas y cerveza en mano entramos al graderío. Durante las presentaciones, al equipo visitante le cayó una pitada de aúpa, y eso que el estadio es grande (casi 16000 localidades para partidos de basket) pero estos aficionados están un poco grillados y se hacen oír. No me quiero imaginar el pabellón antiguo, tendría que ser una olla a presión al más puro estilo turco o griego.

Himno nacional de rigor cantado en directo por un coro (si es que nos hace falta una letra para el nuestro pero ya) con banderas de Lituania por todas partes, la gente emocionadísima, vamos lo que tendría que pasar en todos sitios pero no pasa, y ya me callo con el tema que sé que algunos os encendéis.

El partido comenzó con un claro dominio del Lietuvos Rytas, que llegó a ir ganando hasta de 20 al filo del descanso, gran parte de la culpa la tuvieron Rays, el típico base afroamericano que allí no es nadie pero aquí hace lo que le da la gana, y Valanciunas, el nuevo talento del país. Un chavalín de 19 años y 2.13 muy muy coordinado para lo grande que es y que esperemos que no se lo carguen colgándole también a este la etiqueta de ser el "nuevo Sabonis". Sabas, uno de los mejores de la historia (y es que pese a las lesiones siguió siendo una fiera) hubo uno y no habrá más, punto y pelota. Este muchacho fue escogido por Toronto en el Draft pero no se pudo ir por problemas con su contrato en Lituania, pero muy pronto será carne de NBA. Y así, nos fuimos al descanso, con un palizón que hacía presagiar la tragedia, y como siempre, no nos equivocamos. De Vilnius vinieron unos cuantos motivados a animar a su equipo, que ya hay que tener ganas sabiendo lo reventada de la cabeza que está este gente. Pese al estricto control policial que tenían los aficionados, en el descanso salieron a pedir una birra, al aseo, lo típico. Y los Ultras del Zalgiris, también ¿qué pasó? que mientras nosotros nos dirigíamos al meódromo vimos a gente acumularse y hablar por lo bajini, nos supusimos que tramaban algo y nos quedamos a una distancia prudencial pero desde la que podíamos observar todo. Así, cuando se reunieron los efectivos suficientes, comenzaron a golpear la cristalera del sector donde se encontraba la hinchada rival y se enzarzaron en una pelea que duró hasta la carga policial, la cual dirigió a la marabunta de hinchas furiosos hacia nuestra posición, pero nos escabullimos hábilmente bajo unos arcos de hormigón y vimos cómo alguno recibía los cuidados de las fuerzas de la ley y el orden lituanas. Y es que a estos muchachos les gusta más una pelea que a Dios las misas.

Al reanudarse el partido, el Zalgiris fue cogiendo confianza, Popovic estuvo muy acertado, incluso Rakovic se animó y tiró de repertorio, la grada se crecía cuando veían que su equipo se acercaba en el marcador al máximo rival. La afición se serenaba y se hacia amistosa, tanto que los de la fila de alante querían invitar a la hermana de Marta a una cerveza, pero la chica no bebe y acabaron sentados al lado del primo de la muchacha (todo un fenómeno) al cual convidaron a una birra y le contaron sus vidas. Los tiempos muertos, como siempre, animadísimos con las cheerleaders y sus numeritos, mi favorito es en el que suben a una de ellas y se mete por debajo del aro de la canasta, lo atraviesa y una vez encima comienza a hacer acrobacias entre el aro y el tablero...

El último cuarto fue de infarto, adelantándose los equipos alternativamente en el marcador, hasta que a falta de 3 minutos el Zalgiris consolidó su ventaja, que conservaría hasta el final del partido. La contienda acabó, venciendo el equipo local 86 - 81, todo el estadio dándoles las gracias (Aciu, aciu) y bengalas en la zona Ultra. Con esta victoria, Zalgiris queda líder destacado con 20 victorias y 1 derrota (así tienen que ser de malos los otros, porque en la Euroliga han hecho un ridículo bastante serio jugando auténticas mierdas de partidos) seguido por el Lietuvos con 18/4, así que lo tienen muy difícil para perder la liga regular.

Y así, con la victoria de nuestro nuevo equipo en las retinas, nos fuimos al Maxima a comprar bebercio para celebrarlo, no os podéis imaginar el gentío que había con el mismo propósito que nosotros. Luego, unas copichuelas donde esta gente, y una pequeña salida nocturna de jueves, como siempre.
Sin más, me despido de vosotros hasta la próxima, que no sé cuándo será (ya pasará algo itneresante) ya que ahora toca estudiar (y sí, es en serio)

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