Y es que, aunque en cuanto llega Marzo nos flipamos, el invierno acaba oficialmente entre el 20 y el 21, y hoy seguimos a 19.
Este fin de semana ha hecho sol y buena temperatura (unos 15-16ºC) y ya comenzábamos a creer que como mucho ya sólo veríamos lluvias, pero una vez más, la naturaleza nos demuestra lo equivocados que estábamos.
Anoche comenzó a llover, y cuando iba a clase estaba todo mojado. Después de comer se ha levantado una ventolera considerable mientras seguía cayendo agua (bueno, eso de caer es relativo, el agua iba para todas partes) y conforme ha caído la noche ha empezado a nevar. De vez en cuando estos días atrás ha caído algún copo aislado de noche, pero era nieve como más seca, vamos que si te entraba el copo en un ojo te jodía, pero hoy el suelo vuelve a estar blanco. No hace demasiado frío, cerca de 0ºC, por lo que no creo que aguante mucho, pero ya sabéis que una de las razones por las que me vine aquí fue la nieve, y cada vez que la veo lo tengo que contar, yo soy así.
Por otra parte, los días se van haciendo mucho más largos, en el sentido de que anochece más tarde, pero también amanece mucho antes, aquí en verano con 5 horas de oscuridad nada más se tienen que volver jodidamente locos (aún más)
La verdad es que llevaba tiempo sin escribir, pero tampoco ha pasado nada reseñable estos días, salvo la celebración del cumple del Sevi, que alquiló un Limobus con el que nos dedicamos a pasear por Kaunas mientras montábamos la pre-party (y es que así llama esta gente al botelleo de antes de la discoteca). Nuestro primer destino fue el aeropuerto, a ver si veíamos a algún viajero al que llevar, pero no hubo suerte. También visitamos un mirador cerca de nuestro barrio, el típico sitio que en España sería un picadero, y como colofón volvimos a Kauno Marios, que sigue congelado. Una vez allí, por fin pude echarle hielo a los cubatas, que aquí sólo lo hay en las discotecas, y conforme iban cayendo copas y hacíamos el gilipollas mientras Marta se caía una y otra vez (pobrecica, tenía que disfrutarlo que la otra vez no pudo venir) se nos ocurrió la genial idea de echarnos una foto en calzones encima del lago helado. Ahí sí que hubiera tenido gracia que se hubiera roto la capa de hielo, con dos cojones.
Y sin nada más que contar, hasta aquí llega la entrada de hoy, un pequeño escrito relámpago en una pausa de mis estudios, porque aunque no lo creáis, y vosotros hoy estaréis de Día del padre, yo de vez en cuando tengo algo que hacer, y si a eso le sumamos que aquí no está mi señor progenitor, el resultado es que yo estudio mientras vosotros os los estáis tocando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario